Por la sencillez, aun los niños pueden entender las enseñanzas de Jesús. Está en la Biblia, Mateo 11:25, “En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños”.
Podemos encontrar a Dios simplemente al creer lo que él dice. Está en la Biblia, 1 Corintios 1:21, “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación”.
La verdadera belleza valora la sencillez. Está en la Biblia, 1 Pedro 3:3-4, “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios”. 1 Timoteo 2:9-10, “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad”.
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